Fintech. La transformación de la industria financiera

Stella Vargas

Líder de contenido @Kushki

noviembre 28, 2019

Lectura de 5 minutos

Fintech es el uso innovativo de la tecnología en el diseño y entrega de servicios financieros; y posee el poder y potencial para cambiar las dinámicas de la banca tal y como la conocemos. Esto lo logra con la introducción de inteligencia artificial, préstamos entre personas particulares (peer to peer), big data, blockchain, robo-advisors y pagos digitales (por participantes como @Kushki), entre otros.

De hecho, ya para el 2016 Henri Arslanian, en su Ted Talk en Wan Chai, En Ted, explicaba que estamos pasando por una de las transformaciones más grandes en la historia financiera y las personas más afectadas serán los banqueros, pues estas posiciones en el futuro requerirán habilidades, conocimientos y personalidades muy diferentes a las del presente.

Ahora que nos acercamos al 2020, es un buen momento para rescatar el mensaje de su charla.

Henri Arslanian es el líder de PwC FinTech & Crypto para Asia, el Presidente de la Asociación de FinTech de Hong Kong y Profesor Adjunto en la Universidad de Hong Kong.

La tecnología aumenta expectativas

Según Arslanian, históricamente los bancos eran bastante buenos integrando estas nuevas tecnologías para brindar un mejor servicio a sus usuarios, pero después de la crisis financiera del 2008 se encontraron muy ocupados lidiando con nuevos reglamentos y requerimientos, por lo que ellas dejaron de ser prioridad.

Al mismo tiempo, algunas de las innovaciones más impactantes se volvieron parte de nuestro día a día: iPhones, Airbnb, Uber, Whatsapp o Wechat son algunos ejemplos. El uso de éstas creó una brecha entre lo que los bancos ofrecen y la experiencia de usuario y nivel de conveniencia que los consumidores desean tener.

Esta brecha empezó a ser tan grande que incluso entidades que no estaban asociadas a los bancos tradicionales decidieron sumarse y aprovechar esta oportunidad (especialmente firmas tecnológicas). Por ejemplo, Facebook ya para el 2016 poseía alrededor de 50 licencias regulatorias solo en USA, lo que ahora permite a sus usuarios transferir dinero a través de la app de messenger; Amazon comenzó a experimentar ofreciendo préstamos estudiantiles; y la rama financiera de Alibaba ha llegado a ser uno de los fondos de dinero más grandes del mundo.

Así mismo, Wechat se ha convertido en una de las herramientas más comunes para transferir dinero, además de permitir la compra seguros, invertir en fondos, reservar citas médicas, ordenar un taxi, donar dinero a caridad e incluso encontrar una cita, sin salir de la aplicación.

Con jugadores ofreciendo estas posibilidades, las plataformas financieras del futuro no serán bancos tradicionales sino firmas tecnológicas, por lo que es más probable que los niños de hoy en día abran su primera cuenta a través de Facebook o Apple que en un banco.

Ahora startups de Fintech ofrecen productos que antes pertenecían solo a la banca tradicional, por lo que las personas pueden conseguir préstamos a través de plataformas de peer to peer lending; tener acceso a opciones de consultoría robóticas que ofrecen gestión de activos que son más transparentes y considerablemente más económicas que las alternativas previas; entre otras cosas.

Nuevo modelo bancario dictado por los “recién llegados”

Adicionalmente, estos “recién llegados” (Startups) pueden elegir las partes de la industria bancaria que les interesa atender, usualmente optando por las más rentables. Así, las start ups usualmente prefieren ocuparse del front end o la parte de atención al cliente y dejarle a los bancos tradicionales el aburrido back end.

Esto podría crear una nuevo modelo en el que los bancos tradicionales se conviertirían en proveedores de servicios básicos para estas firmas tecnológicas, mientras las startups Fintech serían quienes controlarían la experiencia al usuario.

Una Solución para la desbancarización

Esta revolución trae consigo muchos aspectos positivos; uno de los más importantes siendo la inclusión financiera. Actualmente en el mundo tenemos más de 2 mil millones de personas que no están bancarizadas. Estas personas no tienen acceso a cuentas, no pueden obtener préstamos para sus estudios y ahorran, literalmente, escondiendo su dinero bajo el colchón de la cama, lo que perpetúa un vicioso ciclo de pobreza. Este no es un problema solo de los países en desarrollo; USA por ejemplo tiene ciudades como Miami y Detroit con más del 20% de hogares no bancarizados.

Las buenas noticias es que por primera vez en la historia, esta parte de la población podría tener acceso a servicios financieros. De acuerdo a el Banco del Mundo (The World Bank), entre 2011 y 2016 más de 700 millones de personas pasaron de estar no bancarizadas a estarlo; y esto es solo el comienzo de una industria que, continuamente, está buscando transformar la manera como los servicios financieros están siendo entregados a los consumidores, mejorando la experiencia al cliente; además de ofrecer opciones más accesible desde una perspectiva de costo.

Los antiguos centros de llamada ya están empezando a ser sustituidos por Inteligencia artificial, poderosos chats robotizados que imitan conversaciones humanas y apps de mensajería. Igualmente el uso de passwords está siendo reemplazado por información biométrica y reconocimiento de voz. Todo esto para brindar servicios financieros a los millenials, de una manera más amena.

Un cambio de mentalidad será necesario

Arslanian habló sobre un estudio que mostró que más de 70% de millenials prefierían ir al dentista que escuchar lo que sus bancos tienen que decir, lo que preocupa a los últimos, pues ahora entienden que el panorama está cambiando y que para sobrevivir tendrán que evolucionar.

Citibank estima que durante los siguientes 10 años el 30% de los trabajos bancarios desaparecerán. Algunos expertos se atreven a decir que podría llegar a ser un 50%. Esto traería consigo serias consecuencias pues no afectaría solo a la industria financiera sino a otras áreas relacionadas a ella, desde firmas legales y de contaduría, hasta hoteles y restaurantes.

Por supuesto, las fintech generarán empleos, pero estos requerirán habilidades diferentes, ya que buscarán diseñadores creativos y programadores en lugar de comerciantes y oficiales de cumplimiento. Así que en lugar de sentarse a esperar que el gobierno formule nuevas pólizas y regulaciones para adaptarse a la nueva realidad, la comunidad fintech también deberá trabajar en darle forma a este nuevo ecosistema, para asegurarse que el proceso de cambio ocurra de la mejor manera.

Pero eso no es todo, esto supone un cambio de mentalidad, en especial para los padres, quienes deberán sentirse más cómodos con la idea de que sus hijos se unan a start ups y comiencen sus propios negocios, en lugar de buscar trabajos estables en bancos.

Arslanian, afirma también que él enseña el primer curso fintech universitario en Asia, porque cree que es inaceptable que los estudiantes se gradúen en finanzas sin conocimientos en tecnología. Igualmente considera que el currículo de las carreras de finanzas y negocios deberían incluir design thinking coding y desarrollo de productos, ya que estos programadores y pensadores creativos son quienes le darán forma al futuro de esta industria el día de mañana.

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